El regreso del expresidente Donald Trump a la Casa Blanca a partir de enero de 2025 se hace cada vez más probable. Eso es posible ante el continuo descenso de la popularidad del presidente Joe Biden, candidato a la reelección por el Partido Demócrata.
Esa eventualidad de Trump de reconquistar la presidencia podría satisfacer su anhelado deseo de obtener un segundo mandato, tronchado por Biden en las elecciones de 2020.
Y no es que la popularidad del aspirante republicano esté subiendo entre los estadounidenses. Es por el creciente disgusto de la juventud universitaria estadounidense que se ha lanzado a las calles en diferentes estados de la Unión Americana para protestar por las barbaridades que el ejército israelí está cometiendo contra los palestinos en Gaza.
Consideran que la masacre de Israel contra los palestinos está siendo financiada y apoyada por la administración Biden, con el envío a Tel Aviv de millones de dólares, modernas armas automáticas y pertrechos militares para combatir a la organización islamista Hamás y otros grupos aliados en Medio Oriente.
La popularidad del presidente Biden se ha desplomado a menos de un 40% desde el 2020 debido a los elevados precios de los productos básicos para la alimentación, el desempleo, el incremento de los alquileres de casas y apartamentos, de la gasolina y el gas.
A todo ello se une el apoyo económico que la administración Biden ha enviado a Ucrania, Israel y Taiwán, y que afectan la economía interna de los EEUU.
Solo el pasado 23 de abril el Senado de los Estados Unidos, de mayoría demócrata, aprobó otro paquete de ayuda de 95 mil millones de dólares para esos tres países.
Esos montos fueron desglosados de la siguiente manera: 61 mil millones para Ucrania, 26,400 millones para Israel, y 8,100 millones para Taiwán.
Las ayudas económicas a países extranjeros inmersos en guerras y conflictos bélicos internos ha generado al gobierno de Biden más disgusto entre los estadounidenses, poniendo en peligro sus aspiraciones reeleccionistas para continuar en la Casa Blanca.
Las acciones militares de Israel en la Franja de Gaza han provocado más de 33 mil muertos entre mujeres, hombres y niños.
Ante esa realidad, miles de estudiantes pro-palestinos están ocupando universidades en EE.UU. para pedir al gobierno de Biden retire su apoyo a Israel y se ordene un alto al fuego definitivo en Gaza.
El 17 de abril de 1965, se produjo la marcha de protesta más grande de toda la historia en los EEUU en contra la guerra en Vietnam, en la que se congregaron entre 15 mil y 25 mil personas, en su mayoría estudiantes universitarios.
Casi 8 años después, el 3 de marzo de 1973, en el gobierno de Richard Nixon, las tropas norteamericanas tuvieron que retirarse de Vietnam con un record de más de 60,000 marines muertos, miles de heridos y sin poder vencer totalmente al ejército de Vietnam de Norte y los guerrilleros del Viet Cong.
Actualmente, en Israel no hay tropas norteamericanas, pero la solidaridad con el pueblo de palestina se manifiesta en las calles de EEUU.
Más de 2 mil personas han sido arrestadas por la policía desde el pasado 18 de abril por ocupar universidades en los estados de Nueva York, Virginia, Arizona, Texas y California, entre otras universidades de la Unión Americana.
Esa juventud universitaria se une al gran conglomerado estadounidense que desaprueba la política exterior de Biden y además rechaza el regreso de Trump a la presidencia.
El gran temor de las autoridades es que estas marchas -hasta hoy pacíficas-, se conviertan en protestas violentas.
Trump, el más beneficiado de este descontento, ha calificado a los estudiantes universitarios pro-palestinos de izquierdistas, a los cuales él considera hay que frenar su crecimiento y actividades sin control policial.
Se prevé que todos estos descontentos masivos van a producir una abstención en las elecciones de noviembre próximo mayor que las del 2020, ya que ninguno de los dos candidatos goza de una popularidad positiva por encima del 50%.
Un sondeo realizado por Reuters/lpsos, reveló que el 56% de las personas habilitadas para votar no quieren el regreso de Trump a la presidencia, mientras que otro 70% tampoco quiere la reelección de Biden.
El número de personas identificadas como independiente sobrepasa el 43%, según una encuesta realiza por Gallup.
El único candidato que busca la nominación presidencial como tercera opción es Robert Kennedy Jr., quien está en un muy lejano tercer lugar de preferencia electoral.
Ya no es ningún secreto que el nombre de la ex primera dama Michelle Obama, que goza de gran popularidad, más la heredada de su esposo, el ex presidente Barak Obama, resuene con fuerzas entre líderes y simpatizantes del Partido Demócrata.
Sectores sociales trabajan para que Michelle, declarada como independiente, se postule y logre la nominación en la Convención Nacional Demócrata que ha de celebrarse entre el 19 y 22 de agosto próximo, y elimine la idea de salir a votar por el candidato menos malo entre Biden y Trump.