Pensar que para el dominicano José Ramírez su jornada del lunes comenzó tratando de descifrar cómo poner los lentes protectores sobre el lente de su teléfono para tomar fotos de la luna pasando sobre el sol. Terminó con el quisqueyano eclipsando a Al Rosen en el libro de récords del club.
Los Guardianes necesitaban ampliar su ventaja, y su estelar antesalista dio la cara con la estocada final. Ramírez pegó un cuadrangular de dos carreras en el cierre del quinto episodio contra Bryan Shaw para ayudar a elevar a la escuadra de Cleveland sobre los Medias Blancas por 4-0 en el Progressive Field. Los Guardianes no sólo han ganado cinco encuentros de manera consecutiva, sino que el conjunto se ha llevado ocho de sus primeros 10 compromisos por primera vez desde el 2011.
“Esto es lo que los fanáticos quieren ver”, exclamó el piloto de los Guardianes, Stephen Vogt. “Obtuvimos la victoria, José Ramírez se voló la barda, el lanzador abridor tiró hasta la sexta entrada y Emmanuel Clase cerró el juego. Eso es lo que la gente quiere ver”.
Esto es lo que los fanáticos se han acostumbrado a ver. Cualquiera en Cleveland sabe que Ramírez es la piedra angular de este lineup. En una noche cualquiera, existe una alta probabilidad de que seas testigo de algo especial de parte de Ramírez. Y eso es justamente lo que él hizo el lunes.
Con su cuadrangular, Ramírez se adueñó del liderato con la mayor cantidad de bambinazos para un antesalista en la historia de la franquicia con 173, rompiendo el empate con Rosen. También marcó el 100mo vuelacercas del quisqueyano en el Progressive Field.
“Siento que cada vez que juega va a romper un récord”, elogió el segunda base de los Guardianes, el venezolano Andrés Giménez. “Para nosotros, es fácil seguirlo y seguir la manera en que juega al béisbol”.
Todo ha salido a favor de Cleveland en lo que va de la campaña. Los abridores han dado la cara pese a la ausencia de Gavin Williams para comenzar el año y ahora la de Shane Bieber por el resto de la campaña. El bullpen han sido fiable incluso sin Sam Hentges ni Trevor Stephan. Y la ofensiva ha visto producción de cada turno en el lineup, quitándole presión a Ramírez, quien ha estado acostumbrado a echarse el ataque al hombro. Cuando puede relajarse, momentos como el cañonazo del lunes vendrán con mayor facilidad.
Para quienes lo ven cada día, es evidente lo especial que es Ramírez. También lo es con simplemente darle un vistazo a su página en Baseball Reference. Sin embargo, hasta sus mismos compañeros reconocen que es uno de los jugadores más menospreciados en las Mayores.
Así sea en dobles, jonrones, promedio de bateo o slugging, Ramírez consistentemente fija números similares año tras año. En lo que va de esta campaña, el quisqueyano ha pegado al menos un imparable en nueve de los 10 encuentros de Cleveland con dos cuadrangulares. Incluso con todo eso, técnicamente no ha entrado a todo motor todavía. Pero con la manera en que se ha visto el club, hay muchos motivos para pensar que Ramírez podrá encenderse mucho más con el transcurso de las semanas.
“Si estuviera en un equipo de mercado grande, sería el mejor jugador en todo el béisbol, esa es mi opinión”, señaló el jardinero de los Guardianes, Tyler Freeman, en la pretemporada. “Es muy menospreciado. Desde mi punto de vista, todavía es el mejor jugador en todo el béisbol”.