Steve Kerr, técnico de los Golden State Warriors, consideró correcta este jueves la suspensión indefinida ordenada a Draymond Green por la NBA por golpear en la cara a Jusuf Nurkic en un partido del pasado martes contra los Phoenix Suns y agregó que su jugador “tiene que cambiar, y lo sabe”.
“Creo que la suspensión tiene sentido. Va más allá del baloncesto, se trata de ayudar a Draymond, es una oportunidad para Draymond para cambiar en su actitud, en su vida. Y no es fácil”, dijo Kerr en una rueda de prensa.
“La liga le dio cinco partidos tras el problema con Rudy (cuando le agarró por el cuello). No es la respuesta, la respuesta es dar una oportunidad a Draymond para cambiar. Una oportunidad que no sólo le ayudará a él en el equipo sino también en su vida. (…) Se trata de alguien que amé por una década, por su compromiso, su pasión, su amor por los compañeros, amigos, familia”, prosiguió.
“El que agarró a Rudy, el que golpeó a Jusuf, el que dio un puñetazo a Jordan (Poole, entonces compañero de Green en los Warriors), es un chico que tiene que cambiar y él lo sabe. Viendo lo que pasó el último año está claro que necesita una oportunidad para cambiar”, concluyó.
La NBA anunció el miércoles una suspensión por tiempo indefinido para Green, que el martes fue expulsado por tercera vez esta temporada tras darle un manotazo en la cara a Nurkic.
La NBA, que ya suspendió a Green por cinco partidos por una expulsión anterior en esta campaña, aseguró que en esta decisión tuvo en consideración “el repetido historial de acciones antideportivas” de este jugador.
Green cumplió su primer partido de suspensión este jueves contra Los Ángeles Clippers y se desconoce cuándo podrá volver a la pista.
“Estaba agarrándome de la cadera y yo estaba moviéndome para intentar que los árbitros vieran una falta y haciendo contacto con él. Como sabéis, no soy de disculparme por cosas que quise hacer, pero sí pido perdón a Jusuf porque no tenía intención de golpearle”, dijo Green en una rueda de prensa tra su expulsión del martes.
Green repitió en varias ocasiones sus disculpas, reconoció que era “un golpe duro” que entra en la categoría de flagrante tipo 2 y apuntó que se trató de un incidente “desafortunado” en el que hizo contacto con Nurkic de forma accidental.
Por su parte, Nurkic, también ante los periodistas tras el encuentro, dio su versión de lo ocurrido y mostró su preocupación por la salud mental de Green.
“¿Qué le pasa? No lo sé. Personalmente creo que este hermano necesita ayuda. Estoy contento que no intentara ahogarme… Pero al mismo tiempo no tenía nada que ver con el baloncesto”, afirmó el pívot tirando de ironía.