Que Estados Unidos no se lleve el oro en el Mundial de baloncesto dejó de ser noticia. El combinado estadounidense, prohibitivo favorito de cada torneo internacional al que se presenta, cayó en semifinales ante Alemania (11-113). En 2019 quedaron séptimos en el Mundial de China.
Steve Kerr, seleccionador que ha sucedido a Gregg Popovich al frente del Team USA por primera vez en este torneo, apareció cabizbajo en rueda de prensa para analizar la derrota. "El juego se ha globalizado en los últimos 30 años, ya no estamos en 1992", dijo Kerr refiriéndose al creciente talento de élite que crece fuera de las fronteras de Norteamérica.
"Estos partidos son difíciles. Los jugadores son mejores en todo el mundo, los equipos son mejores y no es fácil", sentenciaba el técnico.