El eminente psiquiatra y psicoterapeuta doctor José Miguel Gómez advirtió el impacto negativo que están originando influencers a través de las redes sociales con el condicionamiento en el comportamiento de adolescentes y adultos que se dejan seducir por sus mensajes.
Entrevistado por el periodista Federico Méndez, en el programa Esferas de Poder, que se transmite los domingos de 8:00 a 9:00 de la mañana, por RNN Canal 27, expresó que como trabajador de la salud mental le preocupa lo que está ocurriendo en las redes sociales porque la adicción a estas se ha triplicado.
“Cuántos niños no son adictos al ciberespacio, a videos juegos, a juegos en línea de forma compulsiva, cuántos adolescentes y adultos temprano han abandonado la universidad, el proyecto educativo, por permanecer 12, 15, 16 horas en juegos en línea, se han hecho adictos a eso”, alertó.
Deploró que hoy se consume el chisme como un producto social, la vulgaridad, el chabacaneo, la informalidad y lo que se dice que conecta con la gente son elementos validados sin importar que sean incorrectos.
Alertó que hay gente que a través de influencers irresponsables ejercen un mal manejo de las redes llegando a la prostitución social porque estos tratan de validar sus mensajes.
“A mí me preocupa como psiquiatra, como trabajador de la salud mental, lo que está pasando en la República Dominicana, en todo el mundo y en Latinoamérica, y es el problema de conexión social, es decir, cómo a través de las redes sociales: del WhatsApp, Instagram y Messenger influencers están condicionando, influenciando de manera negativa al comportamiento de muchas personas, de adolescentes y de adultos, que se dejan influenciar”, adujo.
Observó que la mayoría de los influencers no tienen formación académica y sólo poseen habilidad y destreza para comunicar y hacer cosas del comportamiento y la marginalidad social, este último blanco de público es el que más consume sus mensajes, lo cual produce alteraciones en la salud mental de ese segmento poblacional.
El ex presidente de la Sociedad Dominicana de Psiquiatría consideró que los patrones conductuales van cambiando lamentablemente muchas personas de baja autoestima, con crisis de identidad y vulnerables desde el punto de vista de la salud mental, que asumen comportamientos sociales a través de lo que dicen los influencers, lo que plantean los algoritmos y las redes sociales.
El reputado galeno escritor afirmó que las redes sociales hoy en día representan para muchas personas un modelo de validación, aceptación social, notoriedad y de sentirse exitoso.
“Cuando subes algo y tantos de dan un link te sientes que te validaron, que fuiste noticia, diste de que hablar, aunque sea negativo, pero fuiste noticia”, contextualizó.
El profesional de la salud y especialista de la conducta humana sostuvo que mucha gente ha perdido la privacidad y el anonimato para buscar notoriedad que plantea la vida posmoderna a través de las redes sociales.
“Eso es lo que muchos adolescentes que desde la escuela, fumando una hookah, usando una droga, con violencia, en las calles, todo lo suben a las redes sociales”, significó.
Gómez lamentó que las sociedades están huérfanas de los factores protectores con que cuenta para que el Estado cuide la parte de espectáculos públicos y radiofonía, quien debe penalizar al influencer o comunicador irresponsable, que denigra personas con vulgaridades y pronuncia palabras que no se deben decir a una hora determinada y experimentan comportamientos sociales de doble moral.
Indicó que el 37% de los hogares dominicanos está dirigido de forma matrifocal o monoparental y muchos jóvenes abandonan la escuela, deambulan por las calles, en el barrio, tienen como referentes a influencers y siguen a los individuos que tienen comportamientos no adecuados, lo cual terminan repitiendo sin medir consecuencias.
Gómez dijo que en las sociedades hedonistas y consumistas paradójicamente hoy en día el éxito está planteando consumir, más confort, opulencia, vanidad y narcisismo social.
Sin embargo, el cientista social agregó que por otro lado que de cada seis personas, una padecerá depresión, una tiene trastornos de ansiedad, problemas de adicción, tiene estado de minusvalía o ha tenido pensamiento suicida.
“Estamos hablando que las enfermedades mentales se han triplicado y esa es la gran paradoja que estamos viviendo en el mundo posmoderno”, enfatizó.